Enseñar mucho y practicar poco
Prevalece en el mundo el mal hábito de enseñar mucho y practicar poco.
La persona de hoy suele llenar la mente de muchos conceptos. Conoce superficialmente una ingente cantidad de recomendaciones y consejos que luego no tienen reflejo en la realidad.
Aunque escuches mil veces una conferencia acerca del azúcar, no te será posible conocer su sabor hasta que lo degustes.
De manera semejante, no conocerás la grandeza de cualquier doctrina verdadera o mensaje positivo si antes no los pones en práctica.
Las enseñanzas de los profetas y de los grandes maestros espirituales se aplican en la vida real. De este modo forman parte de ti y comprendes que la verdad es demostrable y universal.
El refrán popular dice “del dicho al hecho hay un gran trecho”.
Prueba el azúcar y luego habla sobre él y, si no, lo mejor es, callar
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esta muy claro ahora mismo todo los consejos que me ofreceis quiero experimentarlos conmigo asi luego podre ofrecerlo a los demas muchas gracias l
Cuánta sabiduría en tan pocas palabras. Mucha claridad.
De acuerdo con María del Carmen, no se puede dar consejos a otros sin antes ponerlos en práctica.
Se ve que María habla de lo que practica.
Besos para las dos desde Corrientes. Elisa
señora maria benetti.
lo que me llama la atencion, es su fotografia .que al frente suyo hoy una ave de estatua , quisiera saber , que ave es. porque me recuerda un sueño que yo tuve. hace tres años atras. cuando fallecio mi padre.
y quisiera saber que represernta. gracias
Carmela,
Es un águila. En la tradición crística el águila tiene mucho significado místico. El águila ve «más allá». Sería muy largo hacer la explicación. Solo le recuerdo dos detalles: 1. A San Juan, el evangelista se le representa como águila, porque él es el que tien vista de águila para profundizar sobre el misterio de Cristo en su Evangelio. 2. El águila se renueva y tiene otra vida cuando parece que se va a morir, vea estas frases de la Biblia: «El Señor sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.» Salmo 103:5; «pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Is 40,31.
Saludos fraternos