Parado con las piernas separadas unos 20 centímetros.

Relajas el cuerpo con una respiración suave,  profunda, sin hacer ruido ni levantar los hombros al inhalar ni al exhalar.

Una vez relajado comienzas a  elevar  las manos hacia el cielo y levantas la cabeza hacia arriba, en esa posición tienes que sentir  que algo está corriendo por dentro,  que está bajando desde las puntas de los dedos, en las manos, por los brazos y va recorriendo todo el cuerpo hasta la planta de los pies.

Te quedas en esta posición uno o dos minutos aproximadamente, sintiendo esta energía en cada célula de tu cuerpo.

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Luego comienzas a inclinarte hacia el suelo tratando tocar con las manos el piso y vuelves a quedarte otros dos minutos en esa posición sintiendo que esa energía que había bajado vuelve a caer  hacia la cabeza, a las manos.

Este ejercicio se hace  siete veces con las manos hacia el cielo y siete veces con las manos tratando de tocar el piso.

Se hace a la mañana  cuando te levantas, es una forma sencilla de activar los chakras (centros de energía),  y dispones tu cuerpo a una vibración renovada.

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Autora de libros y guía para meditación.

Mail: maria.benetti.meirino@gmail.com

Web: https://www.mariabenettimeirino.com